La luz de la lámpara encendida en una molestia.
Me cuesta trabajo dormir de esta manera.
Y es la única manera en que puedo conciliar el sueño.
La luz de la lámpara es sólo una molestia.
El miedo… el miedo es lo que realmente me lastima.
Y es lo que realmente no me permite dormir.
La luz de la lámpara… sólo me lastima los ojos. Eventualmente, giro de un lado, giro del otro y ya no la miro. El sueño llega también… eventualmente…
Pero el miedo… el miedo, ese, nunca se va. Aunque el sueño vence en ocasiones y se apodera de mí, el miedo persiste. Duermo pero tengo miedo, despierto y ahí está. Enciendo la luz y al menos me siento un poco menos temerosa, oprimo el interruptor y entonces enloquezco.
El miedo se ha apoderado de mí…
Y el miedo no me deja dormir….
Aunque a veces, mi cuerpo también se cansa y, entonces, el sueño vence al miedo y me toma con él… ¿O será que el miedo me permite dormir porque no sería nada sin mí?
Duerme… Quisiera decir que todo estará bien, pero ¿quién soy yo para engañarte?
Otra noche sin dormir, otra noche llena de miedo.
Mi psicólogo trata de averiguar lo que causa mi miedo pero la búsqueda es infructuosa.
Nada parece estar mal con mi mente… aunque el doctor no lo dice, veo la frustración es sus ojos. No sabe qué está mal conmigo. Pero, no es de extrañarse, ni yo lo sé.
El miedo irracional no es raro, lo extraño es que nada en particular lo produzca.
Podría decirse que es miedo a la oscuridad, pero… no, no es miedo a la oscuridad.
Puedo pasar la noche en el trabajo y el miedo no se presenta. Bueno, no es que el miedo se vaya, sólo que a veces no es tan fuerte. Es como el sonido de la sirena de una ambulancia. En ocasiones es un ruido lejano que no me molesta hasta que comienza a acercarse y… después, simplemente no se va.
En mi propia casa, en mi propio cuarto y el miedo está ahí, más fuerte que nunca y se apodera de mí como nunca.
Y nadie es capaz de explicar lo que me ocurre.
Y mientras tanto, no duermo demasiado, descanso aún menos. ¿Será que estoy enloqueciendo?
Y no importa que no me ames mientras me tengas miedo… ¿Acaso importa el respeto cuando lo que hacen es temerte? Trata de descansar, porque yo aquí seguiré…
No puedo evitarlo. Algo me provoca este miedo irracional… Y tengo que encontrar ese algo. Si encuentro lo que asusta de esta manera, entonces podré lidiar con ello.
¿Será estúpido buscar en mi casa por algo que sé que no está allí?
Ahora tengo esta extraña costumbre… Llego a mi casa, reviso la cocina, me cambio de ropa, reviso el baño, me preparo un té, reviso la habitación. Closets, cajones, detrás de las puertas… Revisión minuciosamente hasta que el cansancio me vence total y absolutamente… Al menos, estoy durmiendo, ¿no?
Busca, busca, busca… Tal vez algún día me encuentres… Y entonces, ¿qué haremos?
¿Es posible acostumbrarse a todo lo que nos pasa? Falta de sueño, cansancio, buscar desesperadamente algo que no existe.
Puedo vivir y sobrevivir con todo menos con el miedo.
El miedo me está matando. Tal vez me matará… eventualmente. Y entonces, podré dormir…
El miedo no te matará… Tal vez lo haga yo… Tal vez lo hagas tú… ¿Quién sabe? Todo esto es tan entretenido…
Pastillas para dormir… No importa si la luz está prendida o apagada… Así puedo dormir… y olvidar… Ahora puedo dormir, aunque el descanso no termina de llegar… y el miedo… no se termina de ir…
Tal vez es hora… La sangre llena de drogas no es buena… Ya es hora… Antes de que cometas un error y te mueras. Mañana buscarás y entonces… me encontrarás, por fin sabrás que el miedo no era irracional. Tu miedo tiene una razón de ser… Porque morir mientras bebo tu sangre es para morirse de miedo… ¿Alguien más ve la ironía en mi frase o sólo yo la encuentro graciosa?